Para los impresores que trabajan con tintas “líquidas” -flexografía, huecograbado y serigrafía-, la dosificación de tinta es una forma rápida, eficaz y fiable de crear los “colores directos” exclusivos de una marca.
Muchos propietarios de marcas dependen de colores únicos para crear un envase reconocible y una fuerte identidad de marca. Los proveedores de envases pueden comprar estos colores ya mezclados al proveedor de tinta, o pueden producirlos ellos mismos mezclando diferentes colores.
Cuando se utilizan procesos de flexografía, huecograbado y serigrafía, los colores directos son una forma fiable de reproducir colores únicos sin problemas. Los colores directos se producen mezclando varios tonos para obtener el color deseado y son relativamente fáciles de corregir. Se necesita una unidad de impresión independiente para imprimir cada color directo.
¿Qué es una fórmula de color?
Para fabricar un color directo, se necesita una “fórmula” (o “receta”): los ingredientes adecuados en proporciones exactas, medidos en peso, para obtener la precisión exigida por los propietarios de las marcas. Esos ingredientes pueden incluir:
- colores base con pigmentos – para conseguir el tono, la luminosidad y la intensidad correctos
- barnices, endurecedores y aglutinantes – para aportar características técnicas
- agua o solventes
Ejemplo:
Supongamos que el color de una marca de refrescos es un naranja especial que debe imprimirse en una caja de cartón. Su fórmula es: 45% de barniz, 25% de rojo, 25% de amarillo y 5% de blanco. Suponemos que se necesitan 20 kg para un trabajo en una máquina de impresión de banda ancha. Las cantidades de cada ingrediente de tinta de color necesarias para la fórmula serían las siguientes:
Ingrediente | % Requerimiento | Cantidad necesaria para un trabajo de 20 kg |
---|---|---|
Barniz | 45 | 9 kg |
Rojo | 25 | 5 kg |
Amarillo | 25 | 5 kg |
Blanco | 5 | 1 kg |
Los impresoras pueden obtener sus fórmulas de tres maneras:
- crear las fórmulas uno mismo, pero esto requiere mucho ensayo y error, y trabajo manual
- medir los colores con un espectrofotómetro y crear la fórmula mediante un software especial, como el de X-Rite o Datacolor
- obtenerlas de su proveedor de tintas (es la forma más fácil y común)
Cómo mezclar los colores
Hay dos maneras de que un impresor haga los colores en casa:
- Mezclar manualmente los colores
Algunos especialistas en color de las imprentas pueden mezclar (y corregir) los colores a ojo, pero la mayoría utiliza una balanza. Esto es lento, da lugar a un gran desperdicio de tinta, requiere mucha mano de obra y puede hacer que se pierda tiempo de producción. La calidad suele ser incorrecta en el primer intento, lo que exige correcciones. Para mejorar este proceso, se puede utilizar una báscula en combinación con un ordenador de control con software de gestión de tinta. Este sistema dimensiona la fórmula seleccionada hasta un tamaño de lote deseado, calcula el peso individual de cada ingrediente de la fórmula y, a continuación, guía al operario a través de un proceso de pesaje controlado paso a paso.
- Un dosificador de tinta gravimétrico, que automatiza la mezcla de colores. Como veremos, esto es más rápido, preciso y ahorra residuos.
¿Qué es un sistema de dosificación de tinta?
El sistema de dosificación automática dosifica la cantidad exacta de color de tinta especial, mezclada a partir de una serie de tintas conectadas. Cuenta con un ordenador de control con una interfaz de usuario y una estación de dosificación. Debajo del cabezal con las válvulas de dosificación hay una báscula, en la que se colocan los cubos vacíos: se trata de un sistema “gravimétrico” que registra todas las cantidades dosificadas en kilogramos.
Las válvulas neumáticas del cabezal de dosificación están conectadas con mangueras y bombas a los contenedores, cada uno de los cuales se llena con un “componente base”: un color o barniz que puede utilizarse como ingrediente. El tamaño del contenedor depende de lo que se imprima y de la longitud de la tirada: pueden ser cartuchos o cubos de 20 L para etiquetas, o bidones de 200 L o incluso contenedores de 1.000 L para envases flexibles y cartón de mayor volumen.
¿Y cómo funciona?
Imaginemos que una imprenta recibe un pedido de impresión de cajas de cartón, para esa misma marca de refrescos de nuestro ejemplo anterior. El operario busca el color naranja adecuado en la lista de fórmulas de la interfaz de usuario e introduce el peso requerido.
Una vez introducido el trabajo de dosificación, el ordenador comienza a dosificar cada ingrediente para conseguir ese color naranja especial. Cada contenedor con los ingredientes seleccionados se activa uno por uno: las válvulas de sus mangueras de conexión se abren durante un tiempo determinado, de modo que una cantidad precisa de cada ingrediente base (el barniz, el rojo y el amarillo en nuestro ejemplo) se bombea al cabezal de dosificación y al cubo. La activación de las válvulas con una precisión de fracciones de segundo permite dosificar cantidades precisas de tinta, con una exactitud de 1g (o más ajustada si se solicita) y, a su vez, alcanzar objetivos de color precisos.
Tintas de retorno de producción
En flexografía y huecograbado, se deja una cantidad de tinta en los tinteros o en las mangueras de conexión al final de la tirada. En la rotativa de banda ancha de nuestro ejemplo, puede ser de unos 7 kg por estación de impresión.
En un próximo blog explicaremos cómo estas tintas de retorno pueden reutilizarse en trabajos repetidos, o incluso mejor, reciclarse en nuevos trabajos con otros colores.
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